Está mañana...
Amy (por mensaje de texto): ¿hola nena como estás? ¿Cómo va el día? ¿cómo te estás portando?
(Extraña pregunta, ella nunca me había echo esa pregunta antes y esa pregunta activo algo dentro de mi yo spankee por supuesto).
Daria: Hola todo bien, en mi día. Hoy me estoy portando bien 😇. Ya tengo todo listo para las películas está noche, y me resistí a la tentación de compar papitas y refresco para esta noche, así que me estoy portando súper bien.
Amy: Te felicito por eso nenita, me alegra mucho que lo estés haciendo bien, pero parte de cuidar de ti misma también es poner atención en tus medicamentos y ya me has dicho que van un para de veces que las tomas tarde.
Daría: lo sé, lo siento
Amy: ¿Te tomaste tu medicina a tiempo hoy?
Daria: es que yo... sé me pasó, otra vez quite la alarme, me puse a hacer algo y se me pasó.
Amy: Hmmm muy mal señorita, si te quieres mejorar tienes que tomar tus medicamentos a tiempo, ¿Que te dije sobre apagar la alarma?
Daría: que lo hiciera hasta tomarme la pastilla.
Amy: exacto, prometiste que ya no la pagarías. Nena debes cuidarte mejor, tu salud es lo más importante.
Daría: lo sé, tienes razón, tendré más cuidado de verdad, te dije que a veces soy un poco distraída.
Amy: bueno hay que cambiar eso. Nena estoy un poco ocupada, te aviso por si tardo en contestar los mensajes, pero sabes que siempre contesto aún que tarde.
Después de eso platicamos un par de cosas triviales en el día. Estaba ansiosa por qué llegara la noche para vernos. Mi plan era muy diferente al que Amy tenía pero eso lo averiguaría más tarde.
7pm de la noche en casa de Daria...(Suena el celular)
Amy: ¿nena está todo bien? Llevo un rato llamando a la puerta y no sales.
Daría: si perdón, me quedé dormida, ya voy. (Corro a la puerta a abrir) Bienvenida a casa Amy disculpa no era mi intención hacerte esperar.
Amy: me tenías preocupada, ¿está todo bien?, ¿te sientes mal? ¿Quieres que vayamos al médico?
Daria: No tranquila, estoy bien de salud, solo estaba un poco cansada y sin querer me quedé en el sofá dormida mientras veía la tv.
Amy: ¿A qué hora dormiste anoche?
Daria: A las 12:30
Amy: nena eso esta muy mal, ¿en qué habíamos quedado?
Daría: que debo dormir a las 11:00 pm, lo siento es que me quedé pegada al celular sin querer. Pero (me interrumpió en ese pero)
Amy: pero nada nena, te dije que si no lo hacías tendriamos que buscar un motivante para que no se te vuelva a olvidar.
Esa frase me puso nerviosa, podia oir los latidos de mi corazón acelerarse. Lo siguiente que escuché fue a Amy preguntarme si tenía instrumentos de madera.
Amy: ¿Daría? Estoy esperando tu respuesta.
Daría: lo siento.
Amy: no aún no lo sientes, pero ya llegaremos a eso. Está noche me voy a asegurar de que aprendas a cuidar mejor de ti y te aseguro que un par de días vas a recordar cuando te sientes que debes tomar tu medicina a tiempo y dormir a tus horas. Ahora por favor ve a traer el cepillo de madera que tienes en la ducha, te esperar en tu habitación, no tardes, entre más postergues esto peor será para ti ¿entendido?
Daria: si señora (estaba muy nerviosa, nunca antes se había puesto en modo spanker conmigo, se que tenía ese lado y se que se preocupaba siempre por mi, pero no sabía que a ese grado como para buscar ayudarme a corregir mi mal comportamiento, me gustaba saber que le importaba a ese nivel, pero aún así estaba nerviosa y pronto también estaría avergonzada cuando me pusiera sobre sus rodillas). Entre en mi habitación con el enorme y horrible cepillo de baño y por instinto de supervivencia después de dar un rápido vistaso agache la mirada, ella se encontraba sentada en una silla muy cerca de la cama y en la cama pude ver en el centro de ella unas almohadas apiladas eso no era una buena señal, nunca había pasado por ello antes, pero había visto suficiente videos para saber que significaba la logística de ese castigo.
Amy: adelante Daria, veo que no demoraste me alegra ver que entiendas que tan sería es la situación. ¿Sabes lo que va a pasar? (Muevo la cabeza afirmativamente) Nena quiero que respondas con palabras, estoy esperando...
Daría: me vas a castigar
Amy: y ¿sabes por qué te voy a castigar?
Daría: por no cuidarme.
Amy: muy bien (se palmeo las piernas) ven aquí nena.
Daria: si señora ( fui con la cabeza baja y lentamente intentando no comentar algún error que empeorará la situación, por qué aún que no sabía de propia experiencia que tan extricta podía ser Amy, si sabía que la salud era lo más importante por lo cual era una de las faltas más graves y eso me carcomía la mente, me quedé de pie frente a ella.
Amy: estoy esperando que te coloques sobre mis rodillas, pero ya que decidiste detenerte, baja tus pantalones.
Daria: ¿Qué? No esos no porfa, me da mucha vergüenza, además es la primer vez que me castigas, debería ser sobre la ropa primero ¿no?
Amy: tú no decides como será tu castigo y aún que sea la primera vez, la falta es muy grave y lo sabes o ¿a ti te parece poco descuidar tu salud?
Daría: lo sé, perdón, pero es que me da mucha vergüenza.
Amy: vergüenza debería darte no seguir las indicaciones del médico. Ahora baja tus pantalones o ¿prefieres que lo haga yo por ti? (Levanto una ceja).
Daría: no, no, yo lo haré (agache nuevamente la mirada mientras bajaba mis pantalones).
Amy: muy bien nena, ya vas aprendiendo a seguir instrucciones, pero ahora me voy a asegurar de que siempre sigas las indicaciones que se te dan. (Me jalo hacia ella y me puso sobre sus rodillas). Quiero que te quede claro que sí hago esto es por qué me importas y quiero asegurarme de que cuides mejor tu salud. (Después de eso dejo caer la primer nalgada bastante fuerte a pesar de ser la primera aunque salte tanto del susto como del dolor).
Daria: auuu no tan fuerte, duele.
Amy: (sentí otras tres nalgas rápidas y fuertes mientras me regañaba) usted no decide, el castigo es acordé a la falta y esto es muy grave, así que esto es poco comparado con la falta, pero ya iremos igualando las cuentas no te preocupes. (Las siguientes dos nalgadas las dió justo pegado a la línea donde comienza las piernas).
Daría: no ahí no duele mucho, porfa, nunca me han pegado ahí. (Meto la mano).
Amy: ah no señorita eso no (me sujeto la mano sobre la espalda y me dió otro par de nalgadas en la misma zona) voy a soltar tu mano, no vuelvas a meter la mano o tu castigo aumentará ¿Entendido?
Daría: si señora. (Deje salir un pequeño suspiro esto apenas iniciaba y ya me estaba quejando como una niña).
El castigo continuo un par de minutos de nalgadas sin muchas pausas, sentí que fue una eternidad comenzaba a patalear y el color de mis nalgas ya comenzaba a pasar de rosa o rojo o eso creo, aún seguía con la ropa interior puesta, pero supongo que ella podía ver el tono de mi piel rojiza en las zonas donde no alcanzaba a cubrirme la ropa. De pronto se detuvo, puso su mano sobre el elástico de mi ropa interior y la bajo rápidamente hasta las rodillas, esto me tomo por sorpresa, sentí como mi rostro se ponía rojo como un tomate. Hasta que finalmente mi instinto logro que llevará mis manos a mis nalgas intentando cubrirme por la vergüenza.
Amy: ¿nena que dijimos de meter las manos?
Tomo mis manos y me dió cuatro fuertes azotes entra las piernas y la línea donde terminan las nalgas de manera alternada, mientras decía. No (plassss) debes (plassss) meter (plassss) las manos (plassssssss). Me aguante las ganas de llorar pero dolía un montón. Al mismo tiempo susurré un leve lo siento.
Amy: estoy esperando que respondas la pregunta señorita
Daría: ¿que no meta las manos o mi castigo va aumentar?
Amy: es correcto, está es la última advertencia que te doy por ser la primera vez que te castigo, pero la próxima que metas las manos van a ser cinco azotes extra por cada vez que tus manos interrumpan el castigo ¿Entendido?
Daría: si señora, no volverá a pasar.
Amy: por tu bien eso espero (comenzó nuevamente el castigo pero esta vez ya con mi cola al aire y con un color rojo claro) y entonces comenzó a preguntar por qué estaba siendo castigada, cuántas veces me había advertido, que debía ser cuidadosa,ñ con mi medicina, que si entendía cuáles eran las consecuencias de mis actos y a cada pregunta esperaba una respuesta de reflexión de mi parte ver si ya estaba siendo conciente de que tan grave era realmente algo que para mí era un pequeño detalle porque estaba acostumbrada toda mi vida a no darle tanta importancia a los horarios de medicamentos, alimentos y hora de dormir y bueno básicamente todo lo que tuviera que ser autocuidado, era buena para cuidar a otros pero no para cuidar de mi misma, algo que nunca decía en voz alta pero que era bastante evidente para Amy y que había decidido ayudarme a corregirlo. Después de unos dos o tres minutos de nalgadas, pataletas de mi parte y brincos ocasionales cuando los azotes eran más fuertes, mi culo ya se sentía al rojo vivo o eso creía yo, paro un momento de azotarme y me pido que me levantará incluso me ayudó a levantarme, me preguntó cómo estaban, le contesté que bien pero que me dolía el trasero (durante todo el castigo había momentos donde se detenía un poco a revisar que estuviera bien, ¿cómo lo se? Porque las pausas eran largas y creí sentir sus miradas revisando mi respiración, el estado de mi cola y también de ves en cuando frotaba mi espalda para tranquilizarme un poco).
Amy: me alegra que te duela por qué significa que el castigo va por buen camino, ahora señorita, vas a ir al rincón un rato, no quiero que voltees ni salgas de ahí hasta que yo te llamé. Y nada de taperse o sobarse entendido. (Me dió una leve nalgada)
Daría: ayyy (salte un poco) si señora ( me dirijo al rincón, estuve ahí por unos cinco minutos quizá).
Amy: muy bien señorita lo estás haciendo bien. Ahora quiero que me digas que pensaste mientras estabas en el rincón y quiero que me mires mientras me cuentas.
Esto era una tortura, estaba con la ropa hasta las rodillas, me sentía muy avergonzada y para sumarle más a la vergüenza tenía que mirarla mientras admitía mis faltas y prometida que me portaria mejor. Finalmente se quedó satisfecha con mis respuestas.
Amy: veo que estás aprendiendo muy bien la lección pero debo asegurarme que esto no se repita. Así que continuemos. Colócate sobre las almohadas que estaba en la cama.
Esa indicación la veía venir desde que entre en la habitación y vi la cama con esas almohadas apiladas. Iba a morir. Odia la idea de que me diera con el cinturón. Pero el sonido de este mientras se lo quitaba para azotarme iba ser un infarto al miocardio o algo asi. Amy me dió una fuerte palmada en medio de ambas nalgas como pequeña motivación que me ardió hasta el alma pues ya estaba vastante sensible. Pero bueno le dió resultado por qué no necesite ninguna palabra más para dirigirme a donde me había indicado. Toco un poco mi espalda.
Amy: tranquila nena, sabes que esto lo hago por tu bien, porque me importas mucho y quiero que estés saludable.
Dejo su mano sobre mi espalda y callo el primer azote contundente pero moderado, en ningún momento oí que se quitará el cinturón, ni sentí que me azotará con el y fue por qué me dio con el cepillo de baño, no ví venir lo del cepillo, mi conocimiento de videos sobre ese tema no me dejó preveer algo así...
Había olvidado incluso que yo misma le entregué el cepillo en sus manos...
No entendía porque me había puesto en esa posición sobre la cama para darme con el cepillo en lugar de ponerme sobre sus piernas. Pero pronto me daría cuenta del motivo. De ves en cuando en lugar de darme en un solo lado de las nalgas, me daba justo en el centro castigando ambos lados y también había notado que en algunos azotes agarraba más vuelo o algo así y dolía aún más los azotes y para varias también de vez en cuando azotaba entre la línea de las nalgas junto a las piernas, estaba siendo toda una tortura y se tomaba su tiempo para que yo sintiera cada azote y me quedara a la espectativa de cuando caería otro más con cada azote yo me removía sobre la cama, ese maldito cepillo picaba horrores en manos de Amy, era la primera vez que estaba siendo azotada por alguien más y estaba sufriendo tanto las consecuencias como la realidad, era muy diferente que te mandarán un castigo online a uno dado en persona. La vergüenza de estar con la cola al aire se olvidaba por completo y era sustituida por el dolor y la vergüenza de estar siendo castigada como una niña malcriada, invadiendo todo el lugar. Y lo peor estaba por venir...
Fueron solo 20 azotes quizá pero muy bien dados, lo peor fueron los últimos 5 los dió rápidos, certeros y contundentes, me puso la mano sobre la espalda para asegurar de que no me moviera más de lo necesario y ni tiempo me dió de meter las manos, aún que tampoco tenía intenciones de hacerlo solo me aferraba fuerte a las sábanas de la cama intentando aguantar aquel castigo que me parecía eterno y ¿que creen? Aún faltaba el maldito cinturón, lo peor aún estaba por venir, definitivamente no me quedarían ganas de volver a olvidar las benditas pastillas.
Finalmente me dió un pequeño respiro me sobo la espalda me dijo tranquila nena todo está bien, respira, lo estás haciendo muy bien, ya casi terminamos.
Ese gesto de poner su mano sobre mi espalda y sobarla un poco por algún motivo hizo que finalmente brotarán unas cuentas lágrimas que me había esforzado mucho por contenerlas, intenté secarlas sin que se diera cuenta, pero esto seguramente no le pasó desapercibido.
Amy: respira nena, todo va estar bien, me duele mucho tener que castigarte pero ¿Sabes que es necesario verdad? (Asentí con la cabeza si hablaba aún que sea un poco sentía que me convertiría en un mar de lágrimas) ¿Sabes que lo hago por qué te quiero y me importas mucho verdad? (Volvía asentir con la cabeza, esa frase removió mi corazón y volví a derramar unas cuantas lágrimas pero aún intentaba contenerme, tenía esa maldita costumbre de no querer que nadie me viera llorar, pensaba que si me veían llorar se sentirían mal por mi que les daría lastima y no me gustaba eso, estaba conciente de que llorar era natural y no era una debilidad pero aún asi no solia permitir que nadie me viera en ese estado.
Amy: bueno nena debo continuar, ya casi terminamos y como te has portado bien durante la mayor parte del castigo solo serán 10 azotes más. (Sentía mi piel al rojo vivo pero una de dos o el color no era el adecuado o ella sabía que tenía que dar unos cuantos más para asegurarse de que no volviera a cometer las mismas faltas durante un largo tiempo. Y por qué la salud es lo más importante no podía ser flexible en ese tipo de faltas y me lo dejaría bien marcado). Bueno nena acomodemos de nuevo bien esas almohadas, te quiero con la cola alta, así que levantala un poco en lo que acomodo las almohadas bajo tu vientre...
Después de acomodar las almohadas mi cola quedó bien levantada y puesta a su disposición. Se levantó de la cama, está vez escuché el terrible sonido que hace el cinturón cuando se lo quitaba, escuché también como lo doblaba, ¿desde cuándo tenía una buen oído? si siempre soy muy sorda ¿por qué mis sentidos tenían que agudizarse justo ese día?
Puso suavemente el cinturón sobre mis nalgas pude sentir el rose de la piel del endiablado instrumento cruzando la piel enrojecida de mis nalgas, esa sensación y mi mente anticiepandolo todo hicieron que mi cuerpo se electrificara, estremeciera o algo parecido por qué sentí algo recorrer todo mi cuerpo y se me puso la piel de gallina. Respire hondo. Amy midió un poco la distancia se colocó, levanto el cinturón y dejo caer el primer golpe. Ardía horrores, salte de la cama, me di la vuelta sin pensarlo, fue puro instinto de supervivencia y me sobe sin pensarlo.
Amy: no señorita el castigo no ha terminado y te pedí claramente que no metieras las manos o serían 5 más.
Daria: no Amy no es justo duele horrores.
Amy: ¿Y fue justo que descuidaras tu salud? ¿Fue justo que me preocupara cuando no habrías la puerta? ¿No crees que pensé que algo te había pasado por qué estás mal de salud? Si duele y mucho por qué la falta es grave y te lo ganaste (dijo todo esto muy seria, en realidad todo lo que me decía durante el castigo siempre lo decía en un tono serio, nunca alzó la voz nunca utilizo malas palabras ni me hizo sentir mal, si regañada si avergonzada por mi comportamiento, pero de algún modo se aseguraba de que no me sintiera la pero persona del mundo).
Daría: lo siento no quise preocuparte así de verdad, ya entendí no volverá a pasar.
Amy: eso espero por qué si se repite el castigo será mayor al reincidir. Y lamento tener que castigarte pero sabe bien que es necesario y que es por tu bien. No voy a permitir esta clase de comportamiento porque te hace daño. Y no vamos a parar hasta que cumplas el castigo completo, eso incluye las 5 extras que te ganaste.
Daría: pero...
Amy: pero nada Daría en eso quedamos y dijiste que lo entendías, debes aprender a seguir instrucciones y estoy segura que hoy te va quedar bien claro. Ahora colócate y recuerda si metes las manos son cinco más y como veo que ya hasta te diste la vuelta si te mueves de la posición serán otros 5 más. Y no hay excepción, puedes brincar un poco patalear o llorar mucho eso se vale, pero nada de meter las manos o quitarte de la posición ¿Entiendo?
Daría: si señora (tome mucho aire me arme de valor me volví a recostar en la posición y dejé salir todo el aire contenido y justo en es momento sentía caer el siguiente azote con el cinturón, esta vez mucho más fuerte, mientras me decía debes aprender a seguir instrucciones).
Me dio otra tanda más de azotes ya un poco más moderados con el cinto, mis nalgas no sentían la moderación pero por el sonido supongo que bajo la intensidad del azote por lo menos en los siguientes tres o cuatro azotes. Mientras me repetía que debía cuidar mi salud. Ya cerca del décimo azote con el cinturón las pataletas súplicas y brincos cambiaron a llanto finalmente no pude contener más las lágrimas y lloraba como un bebé. Froto un poco mi espalda para tranquilizarme un poco, ya casi terminamos nena lo estás haciendo bien, después de esa frase dejo su mano fija sobre mi espalda para que no me moviera más de lo necesario y dejo caer los últimas cinco azotes fuertes y rápidos mientras yo continuaba llorando. No note en qué momento había terminada solo se que me dolia hasta el alma y lloraba como Magdalena lo que sea que eso significara.
Amy: tranquila nena ya todo paso, ya terminamos, todo está bien, ven aquí.
Me moví con cuidado sobre la cama y me acerque para abrazarme a ella y continuar llorando como hace mucho tiempo no lo hacía o quizá como nunca lo había echo. Me lleno de palabras lindas y cariño. Cuando pude recuperar un poco mi ritmo cardíaco y respiración le prometí portarme mejor y le dije que la quería mucho que lamentaba mucho haberla preocupado de esa manera.
Esa noche cenamos algo saludable, vimos un maratón de nuestra serie, y como me dolía el trasero no soporte estar sentada. Con toda la vergüenza del mundo me arme de valor para recostar mi cabeza sobre sus piernas y algo que jamás había echo con nadie por qué a mí todo me daba vergüenza a pesar de mi edad.
Y bueno este no es el fin de la historia, si no el principio de algo nuevo.
Continuará...
Muchísimas gracias por compartir tu relato. El autocuidado es algo muy importante y éstas spankers no dejan pasar ni una!!! Espero que publiques muchos más :)
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra que te guste, veremos qué más se puede hacer, espero no se me pasará alguna palabra mal escrita o algo 🫣
EliminarMe gusto mucho
ResponderEliminarGracias 😊 me alegra que te gustará
EliminarGracias por compartir el relato es divino y describe varías cosas interesantes
ResponderEliminarGracias a ti por leerme, y por el elogio tan lindo, me alegra mucho que te gustará.
Eliminar