Sí, estoy hablando de una paliza.
Aunque parezca raro, lo que sucede en la mayoría de los casos es que las nalgadas (chirlos, azotes, etc.) no son suficientes. Y no hablamos de cuando la spankee dice hasta cuándo (directamente o mediante una palabra de seguridad), que es otro juego de otro universo. Hablamos de que la top dice cuánto es suficiente.
En ese caso es más
complicado y para hacerlo
tiene que leer diferentes señales. Cuando se queda “corta” lo hace con la mejor de las intenciones
pero el resultado puede ser devastador. La sensación de la spankee es de
desazón y esos primeros
chirlos duelen en serio. Cuando por fin se llega al punto en que despegaron las
endorfinas no es momento de aflojar, sino de levantar la apuesta. Si sucede que
es un mal día y la spankee necesita llegar un poco más lejos, a la spanker no debe temblarle el pulso y
llegar hasta el final.
Es una pregunta que nos hacemos todo el tiempo, ¿cuánto es suficiente?
Porque nadie quiere pasar demasiado los límites del otro, un poco sí, pero no
tanto. Cómo leer las señales
para que para ella sea un
viaje intenso, se acuerde por un buen rato y al mismo tiempo se vaya feliz.
Un tema de actitud
Para mi la actitud es fundamental, de lo que se trata es de ese tire y afloje. En esos casos en que
no hay un cambio de actitud o al
menos una mínima muestra de aceptación del castigo o arrepentimiento por
las faltas, son señales de que no terminó. Cuando la spankee es muy obstinada, y la gran mayoría lo es, el quiebre debe darse a nivel
físico y emocional.
Para esto el diálogo es
MUY importante. Son las preguntas adecuadas lo que hacen que alguien cambie de
actitud. Hay una frase en inglés “beating someone into submission”, que es
azotar a alguien hasta que cambie de idea. Eso no solo no funciona, es una forma de violencia. Por el contrario, los
azotes/chirlos combinados con las palabras justas hacen maravillas.
¿Qué pasa cuando nos encontramos con una spankee estoica? que (en
apariencia) asume y recibe el castigo sin contestar y sin cuestionar. Que mantiene la posición y aguanta
inmutable porque su orgullo lo que está en juego. En ese caso el quiebre se da
cuando la/el spankee cede ese orgullo, abandona el estoicismo. Y para entenderlo no solo es necesario escuchar las palabras sino
leer el cuerpo.
El lenguaje corporal
Para saber cuándo la spankee
está llegando al límite hay que leer correctamente el lenguaje corporal. El
cuerpo no miente y habrá un momento en ella no podrá mantener la posición o contener el llanto.
Pero qué pasa con la spankee que no se inmuta, incluso cuando ya fue más que
suficiente. Seguir azotándola haría
solamente que termine con las nalgas completamente moradas o, peor aún, con
alguna lesión. Para cambiar ideas hay que ser enérgico con las ideas, con los regaños, las palabras. Hay que
poner a la spankee en su
lugar. Es un estado mental y un viaje emocional, no solamente físico. Así que recuerden
spankers: es importante no quedarse cortos, tocar el límite, llegar a la catarsis. Para que la experiencia sea liberadora y la
spankee se vaya feliz.
Y si tal cual, el spanking (para mí, para muchas) no solo es un "juego" físico sino también mental. Y sin duda el tema da para conversación, será cosa de continuar la conversación en el chat de FB.
ResponderEliminarEs un tema bastante complejo, lo sé. Lo mismo que hablar de castigos "reales". La verdad es que siempre es con consentimiento y siempre la spanker será responsable de no pasar ningún límite. Como sea totalmente, creo que son todos temas bastante interesantes que está bueno discutir
EliminarLa claridad en la estructura de esta entrada me gusta tanto como el tema del que habla. Siempre hay tela de dónde cortar y me parece interesantísimo conocer todos los puntos de vista posibles en torno al tema de la disciplina y lo que cada quién piensa de los castigos “reales”. Tienen lo suyo, es innegable, y el hecho de que la disciplina sea algo doméstico o vivido directamente dentro de la casa hace que el tema se sienta como algo aún más íntimo, algo que al mencionarlo toca fibras más sensibles que en personas que no lo viven “24/7”, o así me parece…
ResponderEliminarGracias Kat por tu comentario. Sí es todo un tema el de vivir una relación de disciplina, y creo que todos en este mundito tenemos un poco la fantasía de experimentarlo alguna vez. (Yo lo experimenté por un tiempo como spankee y no fue para nada mala la experienica). Podríamos escribir algo o discutir este tema, y ojalá todas las que lo desean encuentren a alguien para vivir esa relación cotidiana.
EliminarUn gusto, Vic, como lo es el leerte.
ResponderEliminarNo tuve la suerte de vivirlo como spankee, sin embargo, como spanker el prospecto llama bastante mi atención, aunque quizás cambiaría la tolerancia que tenemos hacia cierto tipo de faltas o actitudes, por la cercanía y la convivencia constante, así como imagino que la spankee también se mide porque sabe que sus posibilidades de terminar con dificultades para sentarse aumentar de forma estratosférica por el hecho de vivir bajo el mismo techo que su spanker jajaja pero sí, creo que es algo que despierta la curiosidad de varias de nosotras o al menos nos ha hecho preguntarnos cómo sería vivir en un contexto así.
PD. Mil disculpas, al parecer el comentario se me fue aquí y no en la entrada que habla de la disciplina doméstica concretamente, pero bueno, se sobreentiende que aquí los temas suelen ir siempre de la mano. ¡Disfruté de igual forma ambas entradas, así como la que habla de la paleta de madera! Varios datos de los cuales no estaba enterada…una nunca deja de aprender.
Claro, no importa dónde respondemos, finalmente se trata de abrir la discusión y hablar más temas. Y sí creo que en el caso de la convivencia no se puede castigar por todos y cada unos de los detalles, sería insostenible. Y en la mayoría de las cosas la pareja debe funcionar como iguales. Pero estoy segura de que cada pareja tiene estipulado qué cosas se pueden dejar pasar y qué cosas terminarían seguro con un castigo.
EliminarJusto en el clavo está parte "Por el contrario, los azotes/chirlos combinados con las palabras justas hacen maravillas". Creo que define bastante bien el punto exacto de la relación spanking, la mezcla perfecta entre las palabras y las acciones son lo que define que algo tenga mejor efecto
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