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Lecciones con la Tia Leonor

 

¡Vivir con la Tía  Leonor no es nada fácil caray!  A mis diecinueve años puedo decir  que es como estar  en  un internado para Señoritas de los años pasados ; mi tía es una  mujer  fiel creyente que una buena vara puede resolver más problemas que las largas charlas en un diván con una persona que  finge tomar notas y prestarte atención .

Mi tía Leonor es una mujer que fue criada  bajo los regímenes de las buenas costumbres, en su etapa de  la adolescencia solía salir los fines de semana a dar un paseo por  la plaza sosteniendo su sombrilla a juego con el color de su falda que nunca mostraba mas allá de su tobillo, otras cuantas solía acompañar a mi abuela a realizar  las compras del hogar, según ella me relata  su época fue dorada porque la gente solía darle  prioridad a los valores.

" En mis tiempos las señoritas no le sonreían a cualquiera, eso  era  indecoroso, mucho  menos  andaban con esas prendas vulgares que exhiben sus curvas de esa forma tan descarada ¡ Lástima que ya no conocen la moral  !" 

Esta frase me la aprendí de memoria desde mi fiesta de quince años;  desafortunadamente mis padres  tuvieron que salir de viaje por cuestiones laborales y al ser mi familiar más cercano ,un día simplemente estaba frente la puerta de su casa, con un par de maletas acompañándome mientras mis progenitores huían con mucha premura al aeropuerto. Suspiré para mí en lo que el timbre anunciaba mi llegada, trate de convencerme que no sería tan complicado intentar sobrellevar a mi nuevo verdugo , solo serían cinco meses los que estaríamos compartiendo un par de horas ,porque en realidad  la escuela consumía mucho de mi tiempo libre. Eso en su momento lo considere como un  punto a mi favor, así que cuando la mujer de cabello rizado abrió la puerta  sonreí dándole un toque de falso animo  mientras la abrazaba.

 **  ¡Tía Buena Tarde!

*- Hola  Regina , te estaba esperando.

Tras de mí se cerró la puerta, quedándose fuera mi estilo de vida al que estuve acostumbrada en  casa de mis padres, jamás pensé que era lo que me esperaría en  casa de mi  tía, en cuestión de las primeras semanas me di cuenta que era peor de lo que había visualizado, escogió de forma minuciosa mi maquillaje, mis blusas con escote o colores "provocativos", mis medias de red, y mis bikinis fueron desapareciendo de mi vista , terminaron en  una caja que tenía prohibido abrir hasta que regresara a mi casa, con miles de esfuerzos se salvaron mis jeans, unos  vestidos de manta que ella me había regalado  en  mi cumpleaños  anterior  y un  par de  blusas que  solían  ser  un poco  mas  holgadas.

Mientras acomodaba mi ropa en mi nueva recamara ella comenzó con la  letanía de siempre " En mis  tiempos las  Señoritas...

Por dentro empecé a comprender porque nunca se  había casado  y no pude  evitar  que se me escapara  una  risita , para la tía no paso desapercibido ese gesto  y me  dijo  mientras  me tomaba  del  hombro..  

** Me imagino que  mi comentario  te parece  gracioso ¿verdad?

*- No para nada, es que  ...

** Eso imagine, ¿sabes que me parece gracioso a mi?, Me encantaría en este momento bajarte ese lindo pantalón deportivo y colorearte el trasero con mi mano mientras lloras y pataleas como cuando tenias siete años . 

Sus palabras me causaron eco unos minutos , mis padres  nunca me habían azotado , por lo que esa escena me pareció infantil, guarde silencio y ella salió a contestar una llamada. Agradecí esos  momentos  a solas, suspire y continúe  con los  deberes escolares.

Las primeras semanas fueron las mas complicadas mostraron el cambio  radical  y me vi  a mi misma  alejada del celular a  la hora de  la comida , tomando una ducha antes de dormir, tomando  la  merienda  a  las ocho treinta de la noche, entre otras cosas,  aunque debo confesar  que no  todo es tan  malo,  mi  tía es una mujer llena de experiencia, y da buenos consejos, suele leer mucho al  igual que  yo,  y  también  ama  cocinar, aunque su método es  mas  tradicional .

A veces salíamos los sábados por  la tarde, después de terminar  los deberes del  hogar,  a  una  cafetería que estaba a unos quince minutos de su casa, mientras tomábamos alguna bebida caliente me  platicaba sus historias de infancia y juventud,o charlábamos de algún libro que nos  hubiese gustado,  pero regresábamos a casa rápido si entraba alguna pareja de adolescentes entraba derramando miel al  establecimiento.    

Los  primeros dos  meses  realmente en la casa se podía percibir  que no  teníamos  una guerra campal, trate de sobrellevarla y pareció funcionar de maravilla, hasta que un buen día ( recuerdo que fue una  tarde de  viernes ) después  del colegio  pasé a la tienda  por una gaseosa y se me antojaron un par de cigarrillos, aclaro esto no era  un hábito en mí sin embargo después de mis dieciséis años empecé a probar el alcohol y los cigarrillos no quedaron atrás, sin embargo desde que cambie de  residencia  la abstinencia había durado mucho, sin pensarlo compre dos cigarrillos, recordé  que la tía iría a su  clase de  tejido y  estaría  dos  horas  fuera de casa, lo cual me daba el tiempo  perfecto para fumar un poco en la terraza, con el ventilador activado para que no me costara desaparecer el aroma. Después  de comer, mi tía  preparo su  bolso , se despidió no sin  antes asignarme  hacerme cargo de  levantar la cocina  y guardar la  ropa  limpia  que había lavado por la mañana.

En cuanto puso un pie fuera de casa me di prisa a  limpiar la cocina  y acomodar la ropa tal como lo dijo, esto no me quito mucho tiempo por lo que en menos de una hora  ya  había  concluido mis encomienda, salí a la terraza contemplando la  bella puesta de sol   disfrute  mi cigarrillo y como hacia demasiado calor me quedé en sostén confiada que nadie me vería, después de un rato encendí el segundo cigarrillo, puse la música alta en los audífonos  mientras  me sentaba en  un  sillón de  mimbre, pensé seriamente si debía  quitarme  los  leggins turquesa  que  había  usado en la clase de  educación  física  del  colegio y bueno  ,  me  dispuse a  disfrutar  de  mi  pequeña  travesura,  me  fui  relajando después  de  una  larga semana de desvelos  por  tareas  y  exámenes ;  por  lo que  merecía  un  buen descanso.

No se en que momento  cerré los  ojos un momento   sin embargo, el cansancio me  empezó  a  ganar  la  batalla, hasta  que  después de  un rato sentí  como un  balde de  agua  me  cayó  en  los  pechos  y  el abdomen,  eso  me  asusto demasiado  y  por  reacción  caí de  bruces  en  el suelo, por  instinto  mis  manos  se  dirigieron a mis pechos mientras  intentaba  esquivar  la  fría mirada de  la mujer de  cabello  rizado que  estaba a dos  pasos de mí.

** Te parece  una buena  manera de comportarte?

*- Tranquila Tía no es para tanto,  estaba  haciendo demasiado  calor ,  y me quede dormida,  además  ¿no se  supone que  tu  irías a  tu clase  como siempre?

** No estás en estos momentos  para  cuestionarme,  así que ve  a  tu  habitación  ahora  antes que  más  pueda  ver tus  conductas  inmorales, en verdad eres completamente una deshonra  para esta casa.

*- Esta bien.

Cerré mi puerta y me tumbe en la cama, a los diez minutos,  mi puerta se abrió  así sin más mi tía  Leonor  estaba  furiosa conmigo  cerró la  puerta  tras  de sí  

** Bien Señorita ya me demostraste que fue un error confiar en ti,  me  has decepcionado, pensé que eras diferente, sin embargo has hecho todo lo posible por hacerme ver que me  equivoque, por lo que creo que está  por demás las excusas que puedas ofrecerme por  lo que tienes dos opciones: aceptas como una mujer las consecuencias de tus errores o  haces tus  maletas y sales de esta casa; yo misma le  hare saber  a tus padres el porque te  estoy echando.

*- Tía lo siento ;  te prometo que no  volverá  a ocurrir,  sólo  fue  un  impulso que  tuve en  el momento  acepto cualquier castigo sin importar  cual  sea.

**  Muy bien  te quiero en mi  habitación  en  treinta minutos.

Mire el celular  eran  las  diecinueve  horas, mi mente  trato de  asimilar  lo que  pasaba  sin  embargo , no entendí en que momento me quedé  dormida, también  pensé que  ningún vecino pudo  haber notado  lo que  pasaba pues  afortunadamente  la  terraza la alcanza a  tapar un manzano por lo que al menos eso sería un problema menos. Conociéndola de nuevo  empezaría con sus  largas  letanías para  hacerme sentir  más  mal de lo que en ese momento ya  sentía ,  tal vez me  haría  ir a confesarme, o en el  peor de  los  escenarios  me  tiraría a  la basura  mis cosas confiscadas  pero la  verdad no pensé más  allá de ello, al cumplirse el tiempo me dirigí a  su  cuarto  y toque  la  puerta.

Ella  ya me  esperaba  sentada en  su tocador  mientras  se  hacia  un  par de  trenzas  en  el cabello  y acomodaba unos  listones , me indico  pasar  sin  siquiera mirarme directamente..

 

**  He estado  pensando en  el  mejor correctivo  para  ti,  pero antes de  llegar  a ese  punto  te  daré  una última  oportunidad; si no  crees  estar dispuesta  a seguir  las reglas de esta  casa , puedes preparar tus cosas y salir de aquí mismo, es cierto que no puedo obligarte  a someterte  sin embargo ,no permitiré este  tipo de  faltas  en mi hogar.

*-De nuevo me disculpo  tía  , se que  fui  imprudente  y muy infantil  mi  conducta, estoy consciente  que  tengo que  hacerme  responsable  de  mis  decisiones.

** Bien;  pues entonces  vas a  demostrarme  que  realmente asumirás  tu castigo…

Sin decir algo más abrió  las puertas de  su  closet ,  y la vi sacar un cinturón ancho , este  era de color  negro a veces lo había visto usándolo como accesorio, no  necesite más palabras, entendía perfectamente que pasaría, pero ya era muy tarde para  retractarme. Tomo el cinto  y  lo doblo por la mitad  ,  le dio  un par de  giros  , como si  fuese una  experta en  manejarlo,  lo cual se me haría comprensible si tuviera  hijos; una madre como ella  yo creo que  lo  usaría  bastante seguido incluso  me  imagino que  como  hobbie.

Un golpe del cuero sonó en  la  cama, y me regreso  a  la  realidad…

**  ¡ Regina , pon atención  porque no  lo repetiré de  nuevo, vas  a  colocar  dos almohadones  en la cama quiero los más duros , te colocaras  sobre ellos  boca  abajo , tu pelvis  debe  quedar elevada , espero que haya  quedado  claro! 

*-  Si  Tía

Me coloque conforme a  las  instrucciones  , me  sentí  ridícula,  y mil  cosas  me pasaron por  la cabeza, ella me  hizo una  trenza rápida que  mantuvo quieta  con un listón color  blanco  arremango su blusa  de terciopelo, camino un  par de segundos sin decir nada en  absoluto. Hasta que el silencio lo interrumpió  un chasquido de  dedos.

** Mi casa es  mi refugio,  mi  lugar de  estabilidad  y tranquilidad,  y eso no va a cambiar  por ninguna  escuintla vulgar que no se  respeta a si misma, por  lo que  vas a  aprender a  respetar  mi espacio ; te prometo que ese  lindo culito  abultado va a  pagar todas tus  fechorías,  y  para que  veas  que no  estoy  jugando , recibirás  una muestra  de lo estricta que  puedo ser; ¡ vas a recibir  la azotaina que  tus  padres  jamás  te dieron!  

Sin decir más acaricio un poco mis nalgas que solo eran  protegidas  por  unos leggins  y  unas braguitas de tela muy suave, mientras  paseaba su mano entre mis  glúteos  sonreía  para sí eso  lo  pude notar.

Asentí con la  cabeza y  una  parte de mí  se llenó de ira  , decidí no darle el  gusto de  verme  con miedo,  necesitaba estar tranquila para  poder controlar  la  situación ,  ya no era  una  niña pequeña,  por lo que me repetí  una  y otra vez que  esto sería fácil.

El primer correazo me  hizo soltar un alarido e instintivamente mis manos  se fueron  al lugar del  impacto, sin embargo  otro correazo cayo en el principio de mi muslo izquierdo ,  y luego otro y  otro más,  cada  impacto era  intenso  y me  hacía  brincar de  forma poco  agraciada,  sin embargo ella no se detuvo pues hallaba la manera correcta  de  irritar  mis carnes, recuerdo que no llevaba ni  diez cuando  en un momento logre zafarme,  y rodarme del  lado contrario de  la cama. Me  dirigido  una  mirada  muy  cruda mientras  lanzaba  una  risa  amenazadora…

** ¿Ya ves  como  sigues siendo  una  niñita,?  Créeme te voy a  reventar  ese  bonito culo  si sigues comportándote como una malcriada, vuelve a  tu  posición por tu  propio bien,  porque en verdad no tengo prisa en enseñarte buenos modales  y permaneceremos  las  dos  en esta habitación hasta que  aprendas  la  lección.

Quise  protestar pero en ese momento se me  nublo la mente  y sólo  logre  gruñir  y  hacer  una  rabieta , me coloque de nuevo sobre las almohadas  y el  cinto empezó  a  hacer  de  nuevo  lo suyo  una  y  otra vez,  alternando con  demasiada  precisión  mis nalgas  haciéndolas  temblar con cada impacto, fueron  dieciocho en total , mis manos querían interponerse en su camino sin embargo pude mantenerlas  tranquilas al menos  un poco, me sentía  agotada  de  tanta  resistencia...

**¡ Ponte de pie  y saca del lugar  de las sombrillas  la vara .!

Tarde unos segundos en entender lo que me  había  pedido pero dos  palmadas cayeron en  mi zona castigada, me levante de inmediato , la tome en mis manos  y la  ofrecí, ella sólo sonrío y la  hizo sonar  un par de  veces al aire.

** Bien esta es  la  segunda  etapa de  tu castigo,  te  daré  dieciocho azotes  más  y te aseguro que  si me  haces el numerito de hace  unos minutos no me  detendré hasta que esta se quiebre  me entendiste?

 *- Si tía

Estaba por acomodarme de  nuevo y me detuvo  unos  instantes, me  indico bajarme los leggins a  medio muslos antes de  inclinarme sobre la silla  del  tocador , tanteo con sus manos  mi trasero que al contacto con su mano me  produjo  escalofrió…

** ¡ Vaya vaya! ¡Que bonitas bragas tenemos aquí! Como te gusta exhibirte, ahora modelaras las hermosas  marcas que se quedaran en tu culito de menos una semana.

Sin decir más la vara cayo de forma más sádica, la sensación era diez veces más  intensa que el instrumento de cuero, el toque con mi piel me quebró y las lágrimas  comenzaron  a salir  sin más resistencia ; metí la mano involuntariamente un par de veces, y esto me provoco recibir  dos varazos más , hubo un  instante el que de pronto me sentí desfallecer ,el dolor no me permitió concentrarme en otra cosa, cuando al  fin termino , me quede en la misma posición ,recuperando el  aliento , podía sentir mi corazón al mil por hora y  el sudor en mi cuerpo era evidente.

**   ¡Sal de mi  habitación ahora!

Me mire de reojo en el espejo y mire  unas marcas purpura en todo mi trasero, esa  escena me  impacto demasiado, sin decir nada más sollozando cerré su habitación no sin antes darle una mirada que no supe describir en ese momento.

 ( Continuara ) 

  




Comentarios

  1. Me encantó Magdalena! Gracias por compartirlo. Hay cosas en este relato que para mi constituyen la dinámica perfecta. Muy estricta la tía, vamos a ver cómo le va a la sobrina y si finalmente termina portándose mejor. Espero la continuación!

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