Ir al contenido principal

Marzo en Buenos Aires

 

El aeropuerto de Santiago era gigante, o al menos esa fue mi primera impresión. Primera semana de Marzo y me encontraba en una pequeña escala de dos horas hasta abordar el siguiente avión que me llevaría a mi destino final, Buenos Aires. Recuerdo muy bien los nervios de ese día, estaba siendo mi primer viaje internacional, sola y para conocer a dos personas que habían estado demasiado presente en mi vida durante el último año. Esto no es un relato, es una introspección, es mi forma de procesar aquellos diez días en la ciudad de los árboles felices, de la primera vez que sesione como Spankee y de todo lo que significó aquello para mi. 

Había llovido todo el día y sin embargo cuando salí del aeropuerto de Ezeiza el calor era insoportable. Me venían a buscar, llevaba una maleta llena de comida que quería compartirles de Perú , cuatro latas de Coca-Cola que había “robado” del salón vip de Santiago y muchos nervios encima. Los nervios me habían acompañado todo el mes previo al encuentro, la emoción también estaba a flor de piel. 

Conocí a Luu por fetlife, era una mexicana que había puesto un pequeño comentario en un grupo de Lima y me pareció demasiado interesante y curioso como para no escribirle, a pesar de que su mensaje en el grupo era de hace meses, me animé y respondió.  Gracias  a Luu conocí al grupo de solo mujeres del cual es este blog. Recuerdo que cuando me presenté la tenía clara. Soy Spanko desde que tengo memoria. 70% Top y 30% Bottom. Aquella cifra, tan precisa, venía en parte de mi miedo por ceder el control. Como Spanker me excita el poder controlar la escena, guiar, reforzar los límites, cuidar, castigar. Es una necesidad de que las cosas funcionen de cierta manera. Y me sé toda la teoría. Pero como Spankee hay algo que no tenía en cuenta, el torbellino de emociones que vienen con el rol. La necesidad de ceder el control, de perderlo, de perderte y de encontrarte en medio de todo eso. 

Cuando encontré el grupo de solo mujeres fue porque estaba buscando Spankos con quienes poder sesionar de ambos roles. Pero uno de mis límites desde el inicio fue el solo sesionar como Spankee con mujeres, y si algo sabemos todos los que estamos o estuvimos en la búsqueda es que encontrar Spankers mujeres es mucho menos común que hombres, que quieran sesionar con mujeres un poco menos y que encima haya cierta química la historia quizá se complica un pelín más. Así que desde el inicio procese la idea de que posiblemente en algún punto iba a tener que viajar, que tendría que recorrer alguna distancia para encontrar a esa persona con la cual tener la experiencia con la que había fantaseado desde toda la vida. 

Victoria, es la mejor Spanker del mundo mundial. Voy a empezar con eso porque para mí al menos se siente así. Es mi amiga, mi mentora, mi sensei spanko y mi Spanker finalmente. Recuerdo haber sentido curiosidad por ella desde que la conocí, había tenido todas las experiencias que yo quería. Me ayudó con muchos consejos, validación y apoyo antes de tener mi primera sesión como Spanker y hasta hoy aún es a la primera persona que le escribo para contarle y a veces desahogarme después de tener una sesión. Y aunque a veces se pase de cruella y me salga con un “Stephanie, portate bien” generalmente es muy comprensiva y siempre tiene las mejores intenciones. 

-Ya estamos por la letra C, me escribió Luu cuando le avisé que las esperaba en la letra de recojo G del aeropuerto. Llevábamos meses planeando el viaje, me emocioné cuando me mostraron el pasaje México - Buenos Aires y me volví a emocionar cuando compré el mío. Se sentía tan real cuando Victoria separó el Airbnb que buscamos durante semanas y me volvía a emocionar con cada plan que armamos, cada cosa que queríamos probar y hacer estando ya juntas. Habían sido unas de mis primeras amigas de esta comunidad y por fin iba a conocerlas en persona, porque después de hablar durante casi un año todos los días ya sentía que las conocía. Y conocerlas, tener un espacio, una comunidad fue sin lugar a dudas el empujón final que necesitaba para animarme a tener todas las experiencias que estoy teniendo ahora. 

Y así, transcurrieron los dos primeros días. La amenaza estaba en el aire, se sentía todo tan real. Tan factible. Ser Spankee me permite un espacio para dejar de pensar tanto, en el que dirán… el qué pensará la otra persona… en cuestionarme todo el tiempo si estoy en lo correcto o no. Porque para mí, son cosas que importan y me cuesta soltarlas. Habíamos acordado tener una charla seria al segundo día después de haber llegado, la noche anterior me sentí realmente pérdida. Habían aflorado muchos de mis miedos, del no ser suficiente, del ¿Qué rayos estoy haciendo? Porque si, habían pasado cinco años desde que acepté que era Spanko y dos desde que empecé a sesionar y aún así me encontraba nuevamente a punto de vivir una nueva experiencia y tenía miedo. No por Vic o los motivos o siquiera por el castigo, tenía miedo de simplemente hacerlo o dejarme llevar sería más apropiado, hacer… hacer yo no iba a hacer mucho en esta situación. Estoy segura que no todo el mundo se está sintiendo identificado en este momento, sé que mi miedo es irracional y esa es otra cosa que entiendo que me ocurre desde este lado del rol, ¡aflora los pensamientos más irracionales que podría tener! Es complejo, es difícil a veces pero también es divertido, excitante, emocionante. Sentir esa frustración desaparecer, sentir el brote de adrenalina correr cuando estás pisando la línea y en un segundo, solo eso basta, dar un paso en falso y terminar de cruzarla por completo. A veces ni siquiera sabes realmente dónde está esa línea, o la decides ignorar que es casi lo mismo, y eso también lo vuelve todo más interesante. El juego previo es diferente de un rol al otro. Porque realmente no esperas ser atrapada, al menos no del todo, es como pelar una cebolla. Una capa quiere salirse con la suya, la otra quiere llamar la atención, otra quiere solo divertirse y otra quiere que se haga valer el contrato, verbal o no. Ese contrato donde le cedes la autoridad a la otra persona y ella responde, lo hace valer y te obliga a enfrentar las consecuencias porque te sientes cuidada dentro de todo eso. Y ¿El centro? De la cebolla en cuestión no es ni una capa o la otra, sino la combinación de todas, sin saltarse ninguna y termina por eso siendo todo tan contradictorio muchas veces que me he encontrado sin saber realmente qué quiero o espero de la otra persona. ¡Que me lea la mente! Y ahí está de nuevo lo irracional. 

Para mí primera sesión, teníamos algunos motivos apuntados. Teníamos no, ella los tenía. Primero yo no recordaba ninguno realmente que hubiera valido la pena apuntar y segundo, el plural ya no funciona desde este lado. Era un castigo, aunque se suponía iba a ser amable y lo fue. Recuerdo bien la anticipación cuando me llamó a hablar en privado. “Vení” y ya sabía a qué iba. Cómo dije antes, sabía toda la teoría y sin embargo mi mente quedó en blanco. Todo se sintió como si estuviera descubriendo todo de nuevo por primera vez. La charla empezó como una conversación, intenté relajarme y mostrarme confiada de la situación. Manos en los bolsillos y todo, pero por dentro una parte quería alargar la charla y otra quería que ya terminase. Pero como todas sabemos, llega un punto dónde ya no hay más para hablar ¡o no te quieren seguir la conversación! Y la primera orden llegó “bájate los pantalones”, bueno la segunda, la primera fue para entrar al cuarto. Me había preparado para este momento, había comprado boxers nuevos. Largos y negros. Supuse que me ayudarían a sentirme menos nerviosa llegado el momento y ¡lo hicieron! Por cinco segundos hasta que me quedé con el pantalón por las rodillas. Y toda la vergüenza que creí llegar a sentir, multipliquenla por mil y era solo el inicio. 

Aquí quiero hacer un paréntesis porque hay algo que nos ocurre sobre todo a las mujeres y es ese sentimiento de inseguridad sobre nuestros cuerpos. Todas somos hermosas y todas deberíamos de tener la experiencia más positiva al respecto, la mía lo fue. Me sentí segura y cuidada en todo momento y la vergüenza que temía iba a tener por el mostrarme tan vulnerable no ocurrió. Bueno, fue otro tipo de vergüenza al menos. Y nadie debería de aceptar menos que eso en cualquier sesión o con cualquier compañer@ de juego. 

Recuerdo que se sentó al borde de la cama y me alcanzó una almohada. Y entonces hizo el gesto para indicarme que me recostara. Es extraño, cuando te recuestas sobre la pierna de otra persona. No es exactamente incómodo, de hecho fue más cómodo de lo que imagine que se sentiría. Pero sentir a alguien tan cerca y esperar que empiece es una mezcla de muchas emociones  y luego viene el sonido. ¡El sonido que está vez venía acompañado de un dolorcito en el culo! Y entonces te trae al momento, a lo que está pasando y si te están regañando mucho peor. Si soy honesta, no recuerdo exactamente los motivos.  Venía anotándolos según hacía unas semanas y si me hubiese dicho que era por asesinato en ese momento preciso quizá hasta hubiese aceptado los cargos. Habían muchas cosas pasando pero en lo único que podía concentrarme era el sonido seguido del picor. ¿O el picor seguido del sonido?

Tengo mucha resistencia al dolor, creía eso. Y no me quejo fácilmente, también lo creía. Y mi única preocupación era ¿Qué pasa si los azotes en realidad no duelen?. Alerta de spoiler, si duelen. Y la resistencia es una cosa que viene mezclada no solo a lo físico sino también a lo mental y mi mente estaba diciéndome que ¡esto dolía! Recuerdo haberme quejado desde que empezó a usar la mano. ¿Puntos menos para Gryffindor? Qué más da igual soy de Hufflepuff. Pero recuerdo que me sorprendió que toda la estoicidad que iba a tener se esfumó cuando me bajo la ropa interior y llegó el momento de los instrumentos. Tenía dos cepillos que conocía muy bien por foto. Uno de bambú más ligero y otro de madera un poco más pesado. Uso ambos brevemente, pero su verdadera intención del castigo era usar una paleta de cuero en forma de suela que tenía como preferida. Cómo Spanker desestimaba el cuero, la madera me parecía mucho más bonita y aún me parece pero esa paleta picaba horrores. Me tomó por sorpresa, me hizo bajar las pocas defensas que quedaban y ahí recuerdo empezar a pedirle que pare. El “ya” es una expresión muy peruana y puede significar muchas cosas dependiendo de la situación. En esta situación era un “para ya que duele”, esa acompañada del “ok” que provenía de mi versión resumida del “ok, ya suficiente, me voy a portar bien” eran mis dos versiones reducidas de ambas frases que si soy honesta en el momento solo se escuchan como “ya” y “ok” y no evocaron nada de lo que quería decir realmente o quizá aún no estaba lista para decirlas en cualquier caso no ayudaron en nada  a mi causa. ¿Tenía una causa? Si, que se estuviera. Aunque cada vez que se detenía para dejarme respirar por alguna razón que desconozco olvidaba cuanto había dolido hacía menos de un segundo. Recuerdo bien un momento que no me dejó respirar y se estaba volviendo desesperante. El sonido del cuero, el dolor del culo porque ya no solo picaba y la necesidad de pararme pero sabía bien que no debía de hacerlo. Recuerdo haber pensado que no se iba a detener pronto y eso me desesperó aún más. Y entonces se detuvo. Ya había usado el sí, señora a esas alturas, el me voy a portar bien y el detente por favor. Escribiendo esto me es imposible no recordar el dolor ¿El poder de la memoria?.  Y luego vino una especie de calma embriagante o al menos hasta que me hizo ponerme en posición para terminar con unos cuantos azotes con el sacudidor. Pero era el final, lo sabía. Solo tenía que aguantarlos y listo habríamos terminado. ¿Quería que terminará? Si tengo que ser honesta conmigo misma, no. Y aquí viene de nuevo otra contradicción. No, por un lado pero por otro si, por otro quería que dejara de doler y quería sentir que estábamos en buenos términos nuevamente. Y fue ese lado el que ganó y me hizo mantener la posición para los últimos azotes. ¿Conocen el sacudidor? Es un instrumento que alguna vez fue usado para sacudir alfombras y que me imagino en algunas partes del mundo aún mantiene su propósito original. Es un instrumento que Vic le tomaría especial gusto los días que siguieron y que yo le tomaría especial respeto. Porque cualquier cosa que se estén imaginando es peor. Mi primera experiencia como Spankee fue perfecta, me sentí cuidada e inevitablemente me dejó con ganas de más pero y es que ¿Se tiene suficiente Spanking alguna vez? Espero que no, porque me encanta y de ambos lados.

Comentarios

  1. Oooooooh qué bonito!!! La verdad que es un mundo de sensaciones estar de spankee. Esos miedos iraccionales, el desear que pare pero realmente no quieres, el pensar si vas a aguantar o no. Me ha encantado esa confianza tan buena que tenéis donde te ha hecho sentir segura todo el tiempo y como bien dices con tu cuerpo también.

    Me llama la atención la diferencia de expresiones. El “OK” y el “ya”, aquí en España en lugar de parecer como que va calando el mensaje del castigo, puede ser tomado una ofensa porque parece que suena altiva o desafiante (por lo menos en mi caso). Además se ve que te portaste regu porque mira todo lo qué usó la Señora Vic. Luu se quedó fuera escuchando o estaba comiendo palomitas viendo el show? Qué tal llevaste eso?

    Muchas gracias por compartirlo, sois geniales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siento que tengo que responder este comentario. Esperaba que venga y diga Stephanie a aclarar jajaja. Es correcta tu observación, el "ok" y el "ya" no son respuestas adecuadas en ese contexto. Estar de pie con las manos en los bolsillos, justo antes de recibir un castigo, tampoco. Estos son los detalles que hacen al encuentro, que pueden ser más o menos estrictos. Yo creo que hay un momento para la charla casual, para hacer chistes, etc. y hay un momento para ponernos serias, protocolares

      Eliminar
    2. Jajaja si eso fue algo que aprendí para la segunda sesión.... Igual fue difícil dejar de usarlas! Me salían natural! Me tuve que morder la lengua. Y sobre Luu.... Pues si estaba tan atenta como yo desde la sala se escuchaba todo. Pero con la puerta cerrada intentaba no pensar en ella y jajaja había cosas más urgentes que atender en el momento. La vergüenza venía cuando salía y ambas sabíamos que había pasado y obvio se burlaba. Porque yo también lo hacía con ella.

      Eliminar
  2. Stephanie, mucha gracias por escribir este relato. Es muy difícil escribir sobre los encuentros reales, es difícil contar detalles, sobre todo cuando nos jugamos la vergüenza. Cuando estamos vulnerables.
    Y muchas gracias por estar, por los días que pasamos en marzo, por la experiencia, por el encuentro. Las tres estamos de acuerdo en que pasaron demasiado rápido.
    En que volver a casa y a la distancia pone las cosas dificilísimas. Nos quedamos con ganas de más. Pero en cierta forma fue perfecto, y ojalá se vuelva a repetir en un futuro no muy lejano

    ResponderEliminar
  3. Wey me encanta leerte!
    Y esperaba este chisme hace semanas!!!! Jajaja pero qué es impresionante que pongas esto en letras. Se lo que se siente y se el cóctel de emociones pero cada quien vive aventuras tan personales, únicas y al tiempo tan similares. De verdad me alegra muchísimo que finalmente vivieras este sueño y también espero que lo sigas viviendo y cada vez con más dolor 😈 jajaja pero que te cuiden y te sientas asi de segura como se Vic hizo.
    Ahora espero que actualices o te envíen el sacudidor por MercadoLibre 😏

    ResponderEliminar
  4. Qué hermoso relato. ¿Sabes? Creo que te quedaste con el corazón llenito... y lo transmites en tu relato, y yo también me siento así amiga, con el corazón llenito de verte tan plenamente feliz.
    Lo que describes es tan cierto. Todas esas sensaciones/pensamientos contradictorios. Yo no sé cómo da tiempo para pensar en tantas cosas a la vez.
    Jajajaja la proporción 70% 30% Bueno, te entiendo. Yo no me decía eso, pero me costó un montón dar el paso para probar mi lado spankee, la parte spanker me salía más natural, pero definitivamente el deseo más profundo era/es spankee.
    Que bueno Stephe, que bueno que tu primera experiencia en vivo haya sido así de completa, que hayas podido dejarte ir y ser tan bien contenida por Vic. Hermoso!
    Mil gracias por compartir :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Un mal día

Historia de un castigo real Era uno de estos días en el que no has dormido bien, los planes se cambian, lo que se suponía día de descanso no lo fue al final… Todo salió torcido y además se sumaba la obra del vecino que no paraba de molestar con tanto jaleo. Estos días que hasta un: "Hola" nos molesta básicamente.  Llegó la noche y por fin llegó la tranquilidad, momento en el que la Jefa y yo podíamos estar juntas a solas, sin que nadie nos molestase, pero claro yo estaba de malhumor. Cuando estoy enfadada o molesta, mi cara es un poema y se me nota montón. Estaba terminando de hacer unas cosas del trabajo con el ordenador y me vino ella a darme un beso y preguntarme si había visto Facebook. En esta red social me había puesto un mensaje bonito y romántico, que teniendo en cuenta lo empalagosa que yo soy, me dio bastante igual en ese momento. Le contesté bastante borde con un: "que sí lo había visto pero tampoco había sido para tanto el mensaje…" Tras decírselo me sen...

¿Te dejas ya de tonterías? (Historial real de Ejune y Patty)

Y de repente llegan esos días, en las que estamos tiradas en el sofá, muy a gusto, tranquilas, decidiendo qué plan queremos tener y yo no me decido. Todos los planes me parecen guays, pero al minuto siguiente cuando decidimos algo, prefiero hacer todo lo contrario. Prefiero cine, cena y sexo salvaje, y cuando está decidido en verdad, quiero quedarme en casa a sesionar contigo. O acurrucarme para ver Netflix, o buscarte la boca como buena brat para hacerte enfadar, o de repente me ofendo porque quiero que tú decidas qué plan tener ya que tú eres la Dominante… Pues claro, después de una hora de “mamoneo”, pasó lo que tuvo que pasar. Estaba yo tumbada en el sofá, con el pijama y con la mantita hasta el cuello, cuando tú ya decides que estás harta de que cambie tantas veces de opinión, así que me coges de la oreja, me levantas del sofá y de un tirón, me pones en tus rodillas. Me bajas el pantalón (con el frío que hace), me dejas el culo al aire y me empiezas a azotar con tu mano. Me da cor...

Nuestra primera vez de la Jefa Suprema Ejune y Patty en DD

 A continuación paso a narrar cual fue nuestra primera vez sesionando en Disciplina Doméstica. Todo este formato se dio después de haber estado hablando durante varios meses de cada detalle, el haber probado resistencias de las dos previamente, gustos, preferencias, límites... pero sobre todo mucho amor. Y esto fue lo que salió. Espero que la disfruten. EL PINTA UÑAS AZUL Casualidades de la vida, mi chica y yo habíamos empezado casi a la vez con la regla. Dos mujeres a la vez con la regla puede ser peligroso sin duda alguna. Esa tarde me había quedado más libre en el trabajo y le mandé un audio de whatsapp con medio para ver si me podía ir a su casa a que me preparara un chocolate calentito que los hace de lujo. Necesitaba chocolate en vena y un poco de mimos de novia. Además, aproveché y me llevé mi pinta uñas de color azul eléctrico, como su pelo, para ver si me consentía un poco y me las pintaba. La tarde empezó de lujo, nos estuvimos riendo con los chicos, pudimos abrazarnos un...