Julia estaba en la habitación viendo algunos vídeos...quizá...un poco subidos de tono. No tenía permiso para masturbarse, no lo había pedido.
Noa estaba trabajando en la oficina, aún le quedaban dos horas para llegar a casa.
Julia estaba caliente. Tentada. Sola en casa. Satisfayer cargado a tope. Intimidad... Que podía salir mal? Para que arriesgarse a tener un "no"?
Sin pensárselo mucho, cogió el satisfayer del cajón y lo coloco en el centro de su placer, dándole al botón y jugando con las velocidades.
Estaba extasiada. Las piernas le temblaban del placer. No tenía prisa. No tenía calma. Pensaba en Noa. Desnuda. Mojada.
En medio del éxtasis, sin aún haberse corrido, sonó el teléfono. Noa.
Mierda mierda mierda. (Dijo Julia apagando el satisfayer e intentando relajarse antes de descolgar el teléfono).
Cuqui... (Dijo, disimulando fatal. Pues le temblaba la voz)
Hola mi niña. Estás bien?
Si cielo, es que estaba... Yo... Bueno... Hice unos estiramientos...deporte, hice deporte.
A Noa le extrañó esa actitud tan rara en su chica pero lo dejó estar, de momento.
Solo te llamaba para decirte que hoy he salido antes pero me he dejado las llaves en casa y estoy en la puerta, abreme porfi.
Julia dió un bote de la cama y se miró en el espejo antes de ir hacia la puerta.
Se dieron un dulce beso y un abrazo. El abrazo le sirvió a Julia para liberar tensiones varias acumuladas.
Estuvieron cenando y mientras Julia recogía la cocina, Noa se dirigió a ducharse.
Una vez duchadita, fue al encuentro con su niña, que estaba en el sofá tranquilamente espatarrada viendo la televisión.
No sabía que tenías permiso para tocarte. (Dijo Noa, apoyada en el marco de la muerta, con los brazos cruzados y con cara de muy pocos amigos.)
Yo... Eh... No... Solo lo he sacado porque he colocado el cajón...pero yo no...
Sabes que estás confesando tu sola, no por tus palabras, si no por tus nervios, verdad?
Joooo es que tenía muchas ganas. Además, si quiero tocarme me tocó y punto, que coño más te dará a ti. (Julia se puso a la defensiva, aún sabiendo que ese camino no era en más acertado).
Baja el tono, o la zurra se va a multiplicar mucho, señorita.
Joder, es que...
Vas a seguir? (Dijo Noa, levantando una ceja)
Ni siquiera me corrí...justo me llamaste y... (Ya se estaba haciendo pequeñita)
Te hubieras corrido si no hubiese llamado?
Pues... Bueno... Yo... Es que...
Responde. (Noa alzó un poco más la voz)
Si... (Julia miró al suelo y la respuesta fue casi inaudible)
Si que?
Si Señora...
Julia hizo un puchero. Puso ojitos de no haber roto un plato jamás de los jamases, sabía lo que le esperaba, sabía que lo que había hecho estaba mal, y lo que más le jodía... Era que iba a cobrar y encima ni se había corrido!
Ve a la habitación. Prepara la cuchara de madera, la correa y la vara.
Pero...
AHORA.
Julia salió echa un cuete para la habitación y preparó todo, dejándolo bien colocado y ordenado sobre la cama. Ella espero al lado de ésta, con la cabeza agachada, esperando nuevas ordenes.
Al cabo de unos minutos, eternos minutos, apareció Noa.
Se acercó a Julia con los brazos en barra. Julia tragó saliva. Se veía a Noa muy, muy enfadada.
Porque no me pediste permiso?
Y si me decías que no...
Y si te decía que si?
...
Coge el satisfayer y ponte a cuatro patas sobre la cama.
Que? (Noa abrió muchos los ojos. Le habia sorprendido esa orden)
Tengo que repetirlo?
Con movimientos lentos pero seguidos hizo lo que le pedía y la miró con ojos suplicantes.
Ponte el satisfayer metido en las bragas. Al 1. Te daré 20 azotes con cada instrumento. Cuchara, correa y vara. Cada 10 azotes, haré una pausa para que subas el nivel. Pobre de ti como te corras.
Pero... No sé si voy a aguantar ..
No te gusta jugar? Juguemos. Repito. Po-bre-de-ti.
Una vez puesto y encendido el satisfayer, Noa remetió las bragas quedando como un tanga y sin protección alguna en las nalgas.
Empezó a azotar fuerte desde el principio, haciendo a Julia aullar del dolor.
Cuando llegó a los 10 y subió la velocidad, Julia resopló soltando un gemido poco disimulado.
Callada. No quiero escucharte. Ésto no es un premio.
Si antes los azotes eran fuertes, ahora eran el puro infierno.
No azotaba rápido, se tomaba su tiempo, para que calara bien el mensaje. Para extender la tortura. Para hacerla llegar a la desesperación.
Acabó con la cuchara y, ya en la velocidad tres, empezó el turno de la correa. Correazo tras correazo. El satisfayer se movía tras cada azote haciendo más difícil el aguante de Julia. Estaba empapada. Quería correrse ya. La prohibición la ponía más cachonda. Iba a explotar como una palomita.
Por favor... No aguanto más... (Dijo entre jadeosa, vergonzosa, medio lloriqueando)
Si no estoy dando tan fuerte... (Dijo Noa sonriendo irónicamente)
No hablo de los azotes ...listilla..
La tanda de diez con la correa a velocidad, ya, 4, fue rápida y realmente dura, haciendo escapar alguna lágrima de Julia.
Soltó la correa y se acercó a Julia, limpiándole la lágrima que corría por su mejilla.
Ahora coges y me vuelves a llamar listilla. (Susurró en su oído)
La vara. Llegó la temida vara. Velocidad 5.
Azotes especiados. Culo con marcas. Gemidos. Lloró. Súplicas. Prometiciones.
Velocidad 6. No podía más, lloraba de impotencia. Dolor. Culpabilidad. Nervios. Placer.
Los azotes cesaron.
Me puedo correr? Por favor Señora ..
No, aguanta un poco más.
Por favorrrr, prometo que no lo volveré a hacer... Sniff sniff
Páralo.
Cuando Julia lo paró sintió alivio y rabia.
Dámelo.
Noa cogió el satisfayer y lo acercó a la boca de Julia
Limpialo con tu lengua. Quiero que descubras como sabes.
Julia se esmeró en limpiarlo con su lengua. Le gustaba satisfacer a Julia. Lo relamió hasta que Noa se lo retiró de la boca.
Lo dejo en el mueble para que después lo laves en condiciones. Ahora, a dormir, es tarde.
Estás enfadada aún? (Julia puso ojitos tristes).
No cariño, pero ahora mismo te follaria durante toda la noche porque me tienes a mil.
Hazlo... (Dijo con ojos suplicantes)
Estas castigada, mí niña. Duerme. Yo me tocaré a tu lado para que escuches como buena niña como tú Señora se corre una y otra vez pensando en ti.
Mala!!!!!! (Dijo, tirándole un cojín)
Tú mala, mi amor, siempre tú mala...
Éste relato se lo quiero dedicar a la persona que llevo esperando once años. La que, en tan poco tiempo, me ha devuelto la ilusión perdida. Las ganas de ser cuidada. Las ganas de dar. De crecer. De aprender.
Gracias Rebeca por dejarme ser parte de tu tiempo.
El primero de muchos, para ti, para nuestro camino.
Wow, qué linda! Me has emocionado con esas últimas líneas. Espero que siempre mantengas la ilusión y esa risa bonita.
ResponderEliminarPor cierto, excelente relato y muy buenas y sugerentes ideas jajaja
Que hago yo dando ideas a mí Demonia particular? Ains de verdad...
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado ❤️🔥
Qué bueno Laura, qué tema este de jugar con el orgasmo. Admito que me encanta. Y el relato también... Es una crueldad. Si te azotaba después de correrte ahí quisiera ver qué pasa
ResponderEliminarGracias Victoria (ahora sí!) me alegro que haya sido de tu agrado , 😊
ResponderEliminar