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Osi y Jadzia (historia real)

Primera parte: la distancia

 

Jadzia:

Esta historia empieza hace más de 3 años. Yo venía de un periodo de mucha actividad como spanker (y dominante). Pero los que alguna vez buscamos gente en este ambiente sabemos cómo es. Es un viacrucis. Las páginas kinky son una rueda de la fortuna de prácticas y morbos. Y lo que queremos es algo muy puntual.

5 de abril de 2022, exactamente a las 2 de la tarde. Ese fue el primer día que chateamos con Osi. En el sitio de BDSM más irrelevante que puedan imaginar, donde jamás se te ocurriría encontrar a nadie.

La mexicana de 24 años me escribe algo que se supone que es un emoji. Y así empezamos a hablar y lo seguimos haciendo durante varios días. Desde el primer momento supe que era exactamente lo que buscaba. Aunque estaba la diferencia de edad, innegable, y tampoco soy tonta (por decirlo amablemente) como para engancharme en una relación con alguien que está a 8 mil kilómetros. Así que se lo dije amablemente: “lástima que estemos tan lejos porque sos perfecta”. Y dejamos de hablar.

 

Osi:

El 2022 fue el año en el que descubrí que había todo un mundito spanko y que no era la única con las maripositas en el estómago cuando de regaños y castigos se trata.

Ese año, después de ser conocedora de que existía el spanking, y muchas personas con interés en esta práctica, me puse a buscar a full en todas las páginas que encontré. Sin mentirles, me ponía a buscar y leía perfil por perfil, hasta que di con el de Jadzia que era perfecta y tenía todo lo que buscaba. Era mujeeeer y con un perfil de spanker disciplinario, aunque estaba en tangamandapio mejor conocido como La Argentina, a poco más de 8000 km de México Mágico. Pero eso era lo de menos, obviamente, así que le escribí segura de que jamás iba a responderme.

Sin embargo, la vida nunca ha sido tan cruel conmigo y Jadzia definitivamente no pudo resistirse a mis encantos.

No les puedo explicar la emoción que me causó su respuesta porque, en serio, le escribí imaginando que jamás iba a responder. Estuvimos hablando e intercambiando la forma en que vemos y nos gusta el spanking y realmente era perfecta. Hasta que me dijo que todo cool, pero que lástima que estuviese lejos. Y obviamente su respuesta me cayó mal jajaja, aunque lo entendía. Además, ella tenía spankee en ese momento así que solo le dije que su spankee tenía suerte de tenerla y no volvimos a hablar... Al menos no por esa página. Porque lo que quiero lo tengo y ya la tenía bien vigilada. (Mentiri, criaturas).

 

Jadzia:

Varios meses después la casualidad (o la búsqueda, porque para encontrar hay que buscar) nos volvió a cruzar. En otro sitio y con otros perfiles. Y cuando volvimos a hablar entendimos que un match como el nuestro no se da todos los días.

Tal vez la distancia física no sea tan importante, después de todo (pensé). Prefiero tener una relación a distancia con la mexicana más brillante, graciosa, malcriada y provocadora, del mundo a tener encuentros reales con otras personas. Y así estuvimos tres años. Demasiado tiempo. Tres años en que pasaron muchas cosas, perfeccionamos muchas interacciones y conocimos a mucha gente. Tres años de distancia en que encontramos amigas, un espacio de pertenencia y la pasamos bien a pesar de todo. México estaba hot, era el núcleo y el eje del spanking en Latinoamérica. Y yo varada en Argentina, donde la gente había olvidado la esencia del spanking hacía tiempo, lamentando mi mala suerte.

 

Osi:

Cuando nos volvimos a encontrar con Jadzia decidimos hablar por telegram y no están pa saberlo ni yo pa contarlo, pero no tenía esa app así que la descargué y me hice una cuenta. Todo pa que al día siguiente le dijera que si no le molestaba mejor habláramos por Whatsapp y su respuesta fue positiva. Estuvimos hablando muchísimo ese día. Y los siguientes, y en una de esas me propuso hacer una llamada, es decir “hablar” jajajajaja. Y siempre le daba excusas. No porque no quisiera, sino porque me gustaba más chatear. Hasta que no, porque ahora soy muchísimo más de llamar para todo.

Yo tenía la manía de molestarla y decirle cualquier cosa simplemente pa activarle el lado Cruella jajaja y así estuvimos bastante tiempo hasta que un día la provoqué y me fui a comer una hamburguesa con mi hermana. Regresando me regañó y me dijo que me la pasaba provocándola y que todavía tenía el descaro de dejarla con la palabra en la boca. Que ella me iba a enseñar jajaja, pero me lo dijo así super seria. Yo, como siempre, le seguí respondiendo hasta que me mandó a buscar una percha y me entró la risa nerviosa porque no podía creerlo. Creo que al menos le pregunté “¿en serio?” Cómo 5 veces jajaja.

¿Cómo les explico? Obvio tenía muchísimas ganas de experimentar, pero aun así estaba muy nerviosa y quiero dejar en claro que siempre le tuve absoluta confianza a Jadzia. Cuando ya no pude evadirlo más, me paré a buscar la percha. Todo sucedió muy rápido, pero al final termine con el culo rojo y dolorido, aunque también super feliz

 

Jadzia:

Mi chica tuvo la primera noticia física del spanking ese día. La confirmación de la fantasía y el llamado de la realidad.

Fue bastante audaz de mi parte ese primer encuentro a distancia. Porque no fue planificado. Ni siquiera habíamos hablado hasta ese momento de que pudiera suceder algo a distancia. Fue espontáneo y natural (lo cual no es recomendable para todo el mundo, lo recomendable es hablar detalladamente todo y poner reglas bien claras).

Pero en nuestro caso la provocación y la conexión estuvo desde el día uno y cuando se dio fue natural. Yo, totalmente seria y ella, totalmente divertida, sin poder creerlo (¿Neta? repetía). Fue el principio de muchas otras experiencias a distancia, entre nosotras y con las chicas y de cosas que algún día contaremos. Sabemos que la distancia es cruel y no es lo ideal, pero a veces es la única posibilidad.

 

Segunda parte: el encuentro

 

Osi:

Después de tres largos años definitivamente vivimos experiencias maravillosas, y otras no tanto jajaja, pero siempre supimos sobrellevar los días malos que si soy honesta fueron muy pocos.

Estuvimos planeando el encuentro mucho tiempo y de un día para otro decidimos comprar el boleto de avión y eso fue como en septiembre para viajar en marzo jajaja. Tener el pasaje, una fecha exacta y decidida, fue uno de los mejores momentos de mi larga vida, ¡¡no podía creer que en unos meses la vería por fin!!!

Siendo honesta también pase unos días insoporteibol, de malas, que no me aguantaba ni yo jajaja. Y era porque tenía miedo, miedo de que mi cuento de hadas kinky se viniera abajo, miedo de que me viera en persona y se diera cuenta que no era lo que esperaba, miedo de no tener la misma complicidad estando en la misma habitación, miedo de muchas cosas que no les voy a decir porque no las quiero aburrir.

Jadzia, como siempre, se dio cuenta y me preguntó si no era lo que quería y mi respuesta era siempre que obvio si quería y quería muchísimo e incluso me dijo que el boleto, carísimo por cierto jajaja, no importaba. Que, si no quería viajar que no pasaba nada, porque así de buena y considerada es la señora guapa. En fin, después de esos días intensos empezamos a ver Airbnb y lugares turísticos en Buenos Aires.

Hasta que llegó el día tan esperado. Mi vuelo a CDMX era a las 5:30 pm. Ese día salí del trabajo a las 7 de la mañana y fui a mi casa por las maletas, mi papá me iba a llevar así que como a mediodía pusimos rumbo al aeropuerto que, por cierto, la única recomendación que me dio él fue que si iba a beber que tuviera mucho cuidado. No sé en qué concepto me tendrá el vato, pero ni siquiera esperé a pisar las tierras de Messi porque la primera cerveza del viaje me la tomé en el avión y evidentemente le mandé una foto jajajaja.  Llegué a CDMX donde tenía que esperar toooooda la noche, pero en el intervalo conocí personas de todo tipo, por cierto.

En ningún momento me puse nerviosa o más bien no quería sobre pensar. Además, estaba más que emocionada y feliz. Llegó el vuelo a Buenos aires larguísimo, por cierto. Y en ese vuelo compartí unas obleas con una pareja, que ¡qué pareja, por Yisus! Se robaron los platitos donde nos servían la comida JAJAJAJAJA. Qué oso, pero bueno por fin había llegado a Ezeiza y puede que ahí sí me haya puesto un pelín nerviosa.

Además, que evidentemente no agarraba señal mi cel jajaja. Fue todo un chou. Mi maleta no aparecía, tenía ganas de hacer pis y de lavarme los dientes y Jadzia ya estaba ahí afuera esperándome.

Cuando por fin tuve la maleta en mi poder me dirigí al baño y ahí una señora le confesaba a otra que ya extrañaba el bidet y después de estar 15 días allá hasta yo lo extraño. Por andar con el apuro de que la señora guapa ya estaba ahí afuera ni siquiera me pude lavar los dientes y no estaba cool eh, pero bueno. Puse rumbo a la salida y resulta que me había ido para el lado contrario. En mi defensa ella me hablaba de unas letras y había muchas letras. Al fin salí y para ese entonces ya estaba nerviosa (por si tenían dudas jajaja) y lo primero que reconocí fue el auto naranja de mi amorcito.

Y no puedo explicarles lo increíble que fue verla por primera vez, estar frente a ella, poder tocarla, abrazarla y besarla, aunque sin haberme podido lavar los dientes.

 

Jadzia:

Era de noche e iba manejando a Ezeiza a buscarla. Llovía tanto que tenía que ir a 40 kilómetros por hora por autopista. Las partes bajas estaban llenas de agua. No podía sacarme de la cabeza la pregunta que me hizo mi mejor amiga: ¿Qué se siente encontrarte con alguien de quién estás perdidamente enamorada? ¿Qué se siente besarla, tocarla?

Entré al aeropuerto y fui hasta un punto de encuentro. La multitud y la lluvia se confabulaban para crear el peor caos imaginable. Osi no atendía el teléfono. Finalmente me escribió que pudo sacar el equipaje y estaba saliendo. Las ganas, y el miedo, de verte con alguien después de tanto tiempo, son inexplicables. Yo estaba aterrorizada y, al mismo tiempo, lo que más quería en el mundo era abrazarla, besarla y no soltarla. Y tardaba en salir, me hizo esperar, pero cuando vi su sonrisa se me iluminó la cara. Nos metimos en el auto porque no paraba de llover. Y la besé y la toqué como para asegurarme de que era real. No podía creer que finalmente estaba allí. Absolutamente hermosa.

Y fuimos hasta el departamento donde íbamos a vivir las siguientes dos semanas. La lluvia de marzo no nos daba tregua, pero finalmente llegamos. Nos abrazamos y besamos, nos bañamos, y nos acostamos. Íbamos a pasar la primera noche juntas y yo me moría de ganas de ponerla sobre mis rodillas. Y tenía miles de motivos, pero ella venía viajando por una eternidad. Así que solo jugamos un poquito. Recordé todas las veces que me imaginé esa situación. Finalmente, abrazadas, nos acostamos a dormir.  Ahora mismo, escribiendo esto, lo que más extraño es tenerla así abrazada, oler su cabello, besarla.

Al día siguiente ajustaríamos cuentas.

 

Osi:

Un par de meses antes de viajar Jadzia dijo que iba a hacer una lista de todas mis metidas de pata jajaja y uno de esos motivos fue la llamada de los sábados. En mi defensa, había algún ser que me poseía esos días porque siempre terminaba peleando y enojada. Por la misma razón muchos sábados terminé con el culo rojo, pero había llegado el día de saldar las deudas en persona, así que me llamó a la habitación y me empezó a enumerar cada una de mis cagadas jajajaja. Obviamente soy tonta pero no pendeja, ella estaba en mood Cruella y yo tenía que cuidar de mi culo (que de por sí ya sufría grave peligro). Hizo que me parara frente a ella y empezó a regañarme, y yo solo podía decir que lo sentía. Al final me mandó al odiado rincón y ¡omg! Qué insufrible que es. O sea, estar ahí parada, mientras ella me veía sufrir. ¿Quién lo inventaría? Porque en serio, esa persona no tiene perdón de Yisus. Yo no sabía cómo colocar mi cuerpo correctamente, no podía recargarme en la pared y cuando quise cambiar el peso de mi cuerpo me dijo ¡sin moverse! O sea, ¡jelooou! Quería responderle, pero por mi propio bien no lo hice. Hasta que por fin se dignó a sacarme del rincón diciéndome “vení” y nunca me imaginé que al escucharla diciéndome que fuera adonde estaba preferiría que siguiera la tortura del rincón jajajaja. En fin, la hipotenusa,

 

Jadzia:

Osi en el rincón y yo no podía sacarle los ojos de encima. Finalmente estaba ahí, incómoda como si no supiera como pararse y pidiéndome con voz casi inaudible que no la mirara. Creo que no sospecha lo hermosa que es, lo increíble que se ve.

No fue fácil ese primer movimiento. Teníamos mucho de qué hablar y ella muchas ganas de resistir. En ese momento (más adelante sería otra historia) bastó con el cambio de tono, la indicación de ir al rincón y su expresión de sorpresa. También, obviamente, su intento en vano de argumentar, porque los motivos eran de los motivos más claros que tuvimos durante los tres años.

Osi es la persona más graciosa que conozco, aunque a veces se pase de malcriada. Me fascina porque no tiene límites (y tal vez por eso los necesita). Tampoco tiene miedo de portarse mal, ni le importa el qué dirán. Si dice algo lo lleva hasta las últimas consecuencias.

Y yo, como spanker, tengo un estilo relajado. Hasta que no, hasta que las reglas se rompen y entonces me pongo seria, formal, bastante protocolar. Y tengo una retórica bastante hermética, no me vas a convencer así nomás con cualquier argumento. Un castigo es algo serio y no me voy a reír de ningún chistecito. Aunque seas super graciosa. Y era el momento de abordar el mentado motivo, la maldición de los sábados.

No recuerdo la cantidad de veces que discutimos por ese tema. La cantidad de veces que me contestó mal por esto. Porque así eran los sábados y así nos llevábamos con ese espacio público. Yo demasiado metida en el rol, ella no pudiendo controlar sus ganas inconscientes (o no) de romper todas las reglas y sacarme del tapete.

Ahora no tenía cómo huir, las cartas estaban echadas. Y terminó sobre mis rodillas, con esos boxers ajustados que le marcan el culo. Y yo con la mano, con toda la presión dejar el mensaje bien claro en esa primera vez. Y con tanto tiempo sin acción, y tantas ganas, terminé con la mano un poco morada. No me dolía, o al menos no me dolía como para no usarla, pero el impacto era evidente. Su culo, se iba poniendo rojo. Luego la tomé instintivamente de la cintura, con la paleta y su cola desnuda completamente expuesta.  Y apenas empecé a azotarla intentó taparse. La regla manda. Sujeté su mano y le di un par de golpes en la parte superior de los muslos. Cada tanto me detenía para acariciarla y darle un respiro. Terminó gimiendo y repitiendo en un murmullo “duele”. Claro que duele, es un castigo.

 

Osi:

Hizo que me pusiera sobre sus rodillas, toda a su merced y empezó acariciándome la cola hasta que dejó de hacerlo jajaja, y empezó a azotarme el culo como si no hubiera un mañana. Y ¡cómo duele la mano eh! Les voy a contar que Jadzia tiene manos super suavecitas, pero en ese momento no lo parecía jajaja. Dolía y dolía un montón. Ya cuando me había dejado caliente la cola sacó la temible paleta de madera y ahí sí no pude controlar mis manos y empecé a querer evadir los golpes, pero grave error, porque hasta mis manos se llevaron un par de golpes jajaja. Finalmente desistí obligadamente a dejar de taparme y recurrí a suplicar. De mucho no sirvió porque no conforme con usar la paleta me dijo que me parara y yo pensé que habíamos terminado, que venían los besos y mimos, pero nooooo. Acomodó unas almohadas para que me pusiera arriba de ellas y usó la vara y de nada sirvió que le dijera que había aprendido la lección porque la usó igual, y no fueron uno ni dos, fueron 12 golpes. Al final del castigo me puso crema, aunque yo insistía que no hacía falta jajaja, porque me daba vergüenza, y después de una sutil amenaza me dejé hacer y terminamos abrazadas un rato, con el culo caliente, pero al fin abrazadas.

 

Jadzia:

Esa fue la primera de varias experiencias que tuvimos esas dos semanas y de muchas más que vendrán. Mientras escribimos esto nos separan otra vez los 8 mil kilómetros. ¿Cómo se sigue después de habernos visto, de habernos tocado? Este es el desafío que enfrentamos ahora. Hasta que nos volvamos a ver.

Comentarios

  1. Se me han saltado las lágrimas al leer una parte de la historia. ES PRECIOSA!! Me encantáis. Se nota muchísimo el amor que os tenéis, la complicidad, la química. Desde aquí se pudo sentir los nervios de veros. El castigo perfecto ejecutado y hasta la vara, qué dolor!! Muchas gracias por compartirlo. Ojalá pase el tiempo muy rápido y os podáis volver a disfrutaros, os merecéis eso y mucho más. Un abrazo a las dos.

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