Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2023

¿Que pasa cuando me porto mal?

Bueno pues aquí va la respuesta que siempre se pregunta en el chat privado de "Spanking solo mujeres" Inspirada un poco en el último relato de Victoria Ocampo. Bueno todas aquí sabemos la respuesta ante está pregunta y la verdad es que es muy sencilla pero no es fácil de decir en voz alta (al final terminas diciéndola acompañada de un "Si señora" pero eso es harina de otro costal).  En fin en pocas palabras; quedarás con el culo rojo si rompes las reglas/te portas mal. Cómo spankee tienes ese algo que te mueve a querer provocar o querer que te marquen el alto, vaya que te pongan un "estate quieto" porque simplemente a la mayoría jamás no lo pusieron en la infancia. Nos hicieron falta límites pues en mi caso siempre fui la más chiquita de la casa donde si decía "Quiero esto" me lo compraban o casi no recibía un "No" por respuesta. Desde siempre me llamó la atención las nalgadas y azotes que llegaba a ver en películas, caricaturas o telen

De qué se trata el spanking

Es simple, si te portas mal te voy a castigar. En este mundo hay reglas y códigos básicos de comunicación y convivencia. Si esas reglas no se cumplen, estarás en problemas. Seguramente también hasta ahora hiciste siempre lo que quisiste sin que hubiera ningún tipo de consecuencias. Posiblemente seas una malcriada, acostumbrada a que el mundo se amolde a tu voluntad. O, quizás, nadie te cuidó poniéndote límites.   Hasta ahora. Ahora vas a aprender que hay reglas, y que si esas reglas no se cumplen hay consecuencias, las cuales podrían ser bastante severas. Te debes estar preguntando, ¿cómo será el castigo? Es exactamente lo que estás pensando: azotes en el culo. Y no hablamos de cuatro nalgadas y algunas risas. En algunas circunstancias el castigo podría ser realmente serio. En algunos momentos podrías llorar y rogarme que pare, pero eso no sucederá hasta que el castigo esté cumplido. Hasta que sea "suficiente". Pero todo esto ya lo sabes, o no estarías leyendo esto.

Confesiones de una spanker II

O tal vez debería decir confesiones de una spankee, porque esto lo escribí el 26 de septiembre de 2005 cuando mis confesiones eran de otro tipo. Lo pongo igual por dos motivos, porque dije que iba a poner un post semanal y porque creo que tiene mucho que ver con algo que venimos discutiendo últimamente. No sé si ahora, incluso con la consideración del cambio de rol, volvería a escribir exactamente lo mismo. ---- Algo extraño pasa (no es la primera vez) y siento por momentos que la fantasía del spanking se ha des-erotizado, por decirlo de alguna manera, y en días así no tengo ganas ni resistencia física real para recibir una paliza. Sé, porque esto ya me ha sucedido, que es algo que va a pasar y que en una semana quizá, más temprano o más tarde, la fantasía volverá con toda la fuerza que la hace constitutiva en mi vida sexual. No es un tema menor y al mismo tiempo creo que todos de alguna manera vivimos esto. En principio uno piensa si no será que me estoy volviendo vainilla. Después, d

Mi primera vez

  Y no, no estoy hablando sobre sexo. Soy switch, así me identifico. Para quienes aún les sea esquiva la palabra, ser switch quiere decir que te gusta tanto dar como recibir. En algunos casos te identificas más con un rol (spanker o spankee) que, con otro y en otros casos esto varía depende la persona con la que sesionas o el momento/lugar en el que te encuentras. En mi caso la mayoría del tiempo me siento más spanker que spankee, pero esto no siempre fue así para mí. Y es que para hablarles sobre la primera vez que sesione siento que me es muy importante contarles como llegue a ese momento. Y lo siguiente es solo mi propia experiencia, no espero que todos se sientan identificados ni mucho menos. Pero a mi yo de hace años atrás le hubiese encantado leer algo parecido a esto. Me hubiese sentido menos sola. Tenía veinte y pocos años cuando le dije a mi mejor amigo que era asexual. Pero la verdad era mucho más profunda que eso. No me genera nada el sexo, pero si el spanking. El Span

El duelo no es sinónimo de malos modales

Dos hermanas recién habían perdido a su padre, quedando huérfanas pues hace 17 años su mamá murió dando a su luz a su segunda hija llamada Regina. Anna la cuál tenía 10 años había tomado la responsabilidad de cuidar su hermanita y la amaba demasiado aunque eso no significaba que le permitiría ser maleducada con nadie. Desde muy chica le enseño a comportarse y ser respetuosa con la gente de servicio pero desde la muerte de su padre el cuál consentía y malcriaba a Regina, está se había caído en una depresión profunda dónde no salía de su cuarto ni para comer. Anna tenía 27 años y se hacía cargo de la empresa de la familia, ese día a pesar de ser domingo debía ir a trabajar para realizar unos trámites pero se había atrasado esperando por más de 40 minutos a qué su bebita como ella la llamaba para desayunar juntas pero está nunca bajo. Sarah la empleada y niñera de ambas le había dicho algo sobre la adolescente que no le agrado en lo más mínimo y es que muchas cosas le podía pasar a su her

Confesiones de una spanker I

Estamos hablando con Luu y si la conversación se torna mínimamente discusión invariablemente termina respondiéndome “mimimimi”. No voy a negar que siempre me saca una sonrisa (cosa que ella debe sospechar) pero además me activa otras sensaciones. De esa acción y su reacción se trata este texto. Creo que la mejor teoría sobre la burla tiene que ver con el carnaval medieval, pero no me voy a ir por las ramas. En pocas palabras, la burla es un lugar de resistencia. Una oportunidad para desquitarse con el poder y bajar la autoridad de su pedestal. Las spankers a veces hacemos o decimos cosas que incomodan. A veces a propósito, a veces porque es lo que corresponde. Algunas spankers son maestras de este arte y otras abusan de él. No voy a decir cuánto está bien o mal, cada una sabrá. Sí creo que regular esto es igual de importante que controlar la intensidad de los azotes. Con esto no quiero decir que esté bien nos hagan burla ni que esté justificado. Decimos cosas como: “qué pena, van a esc

Memorias de una chica Spankee

  Creo que esta es la quinta vuelta que doy a la habitación,  me siento  nerviosa tal vez  más de lo  normal,  sinceramente creo que dentro de mí esa  voz  no para de decirme que es  una lección que  debo  aprender. Mire el reloj y este marcaba las diecinueve horas con treinta y cinco minutos, claro yo sabía  perfectamente que al marcar  unos  minutos  más , estaría deseando  regresar el tiempo y haber  hablado con la verdad. Mi  hermana  mayor siempre  ha sido  muy  unida conmigo,  mucho más desde que se independizo ,  no nos llevamos  tanta  edad, sin  embargo  desde que  cumplí  15 años  ha estado  mucho más al pendiente de mí,  y parece que el destino decidió jugarme  una  mala broma  al  entrar al colegio donde  la  Dra  Griselda Alcántara  ejerce como  prefecta escolar;  y para ser más precisa está a cargo de mi grupo, esto en realidad era un problema en muchos aspectos;  por un lado el de mi  grupo de amigas que les encantaba hacer énfasis en mi cobardía de saltarme  unas clases